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MARTÍN AQUINO

   
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El hombre que “la ley” hizo vivir como matrero
Ponciano Martin Aquino nació el 19 de noviembre de 1889 en La Rambla localidad y paraje de Canelones y fue anotado días después en Tala. Murió, con apenas 28 años, el  5 de marzo de 1917 en el rincón de la urbana, pagos de la 7ª de Cerro Largo.
(Escrito de SERGIO SANCHEZ MORENO)

La Rambla

  El paraje donde nació y vivió el matrero Martín Aquino, la zona, que en tiempos coloniales perteneció al abuelo del Presidente argentino Bartolomé Mitre, donde actualmente la Sociedad de Productores Lecheros  de  San Ramón  tiene un  banco de granos, ese es el paraje "La Rambla". Está ubicado cerca de la unión de las lagunas de La Rambla con el rio  Santa Lucía, una parte en la sección de Tala y otra en la sección de San Ramón (departamento de Canelones), entre el río Santa Lucía y el arroyo Vejigas. (Investigación de Julio  Lasa  y  Olga  Guadalupe)

Los matreros y la policía

Los matreros en general no tienen mucho de bueno para que se les recuerde. Los Matreros fueron ladrones, secuestradores, violadores y asesinos… los matreros fueron responsables de que aquellos vecinos heroicos, ellos sí, los  que se animaban a levantar estancias o ranchos en el pleno campo o en los pueblos nacientes de la república… vivieran atemorizados.
Pero hay que ver a los matreros, también, como un fruto no deseado de una época donde la violencia era practica común en los hogares, en el campo,  en los trabajos y donde la policía muchas veces también tenía métodos brutales de comportarse, siguiendo más que la ley y la justicia… los dictados del interés de los caudillos locales.
En ese tiempo, donde la prepotencia de los que decían actuar en nombre de la ley frecuentemente pasaba por arriba de la justicia, hubo un matrero obligado,  un valiente que nunca abusó de los más pobres, que mató obligado en combates frente a frente y  propios de una época en que todos andaban con el revólver y el cuchillo en la cintura.
Martin Aquino era temido por gente que no le conocía…pero  sí pudo estar varios años prófugo, fue porque también  fue muy protegido por mucha gente que sí,  lo sabían un buen hombre.

 
Un personaje de Radio Teatro.

Martin Aquino vivió perseguido injustamente como matrero pero  fue solo un hombre que murió en 1917, sin entregarse a la ley.
Fue matrero,  obligado por un destino que lo alejó del hombre recto que podría haber sido y fue, según lo recuerdan quienes lo trataron.
Su leyenda se hizo carne en el pueblo, primero divulgada su vida por guitarreros que  la contaron  en décimas por toda la campaña, luego casi de inmediato el circo criollo recreó su historia sin pausas... platea que se agigantó hasta límites nacionales al ser llevada su vida a los radioteatros de la tarde, con los elencos de Mario Rivero que hacia su salida al aire en RADIO UNIVERSAL y de Julio Cesar Armi, el actor de los humildes que tenía su espacio en la recordada RADIO SUR. Estas compañías hacían frecuentes giras nacionales con sus elencos.
 
Primo de Florencio Sánchez

De Ponciano  Martín Aquino sabemos básicamente que nació el 19 de noviembre de 1889 en La Rambla,  localidad y paraje de Canelones ,  fue anotado días después en  Tala y además, fue bautizado el 17 de abril de 1890 en la Parroquia San Salvador, de Tala.   Hijo de Francisca Aquino y del estanciero de 33 Tomas Sánchez.  Tomas Sánchez mantuvo una relación de años con Francisca Aquino y si bien no le da  su apellido ni a él ni a sus hermanos mayores fruto de esa relación, en cambio más adelante, cuando sea perseguido, lo ocultará y ayudará.  Tomas Sánchez era hermano  del padre del escritor Florencio Sánchez así que, él y Martin no solo fueron los dos a la guerra de 1904 sino que eran primos hermanos.

Matrero obligado

Con 19 años se hace tropero y cuando Martín Aquino tenía 20 años, conoció a un tropero  brasilero, Andrés Ferreira,  con el que trabajó unos meses hasta que tuvieron un problema donde Aquino lo hiere. Unas reses de la tropa se perdieron al cruzar un arroyo fuera de cauce y Ferreira le responsabilizó a Aquino, diciéndole que, a ese costo se lo iba a descontar de su paga.   De la discusión se pasó a los tiros donde Ferreira recibió heridas que Aquino consideró mortales. Como Ferreira no murió declaró en venganza acusándolo de ladrón  ante la ley... y desde allí la policía lo comenzó a perseguir. La actitud de Martin Aquino que había huido del lugar, más la acusación, hicieron que la policía comenzara perseguirle. La policía lo perseguía pero Martín Aquino  conocedor de sus terrenos se les escapaba. Entonces soltaron a un criminal Juan Ojeda que tenía un hermano policía llamado Mencio.  Los hermanos  salieron en su búsqueda y en un fatídico 29 de agosto de 1910 lo encontraron.   Aquino mata al criminal Ojeda pero  perdona la vida al policía. 

El matrero se les escapa de la cárcel.

Ponciano  Martín Aquino y su  historia ya era titular frecuente en los diarios de la capital. Más adelante, viviendo en Brasil es detenido  y lo deportan a nuestro país, donde queda preso en la cárcel de Minas mientras se le iniciaba el Juicio. Y aquí, Aquino aumenta su fama porque se escapa de esta cárcel para aumentar la vergüenza de los policías que antes no lo capturaban y ahora se les escapaba. Estuvo un año preso en Minas mientras lo interrogaban una y otra vez y el siempre negando los cargos que le imputaban.  El 5 de junio de 1913 se escapó de la cárcel de Minas. Imaginen los titulares de los diarios.
 

La zanja definitiva que lo separa de las vidas de las personas de paz.

Más de un año  anduvo Aquino entre sus pagos y zonas rurales del depto. de Florida. El 5 de junio de 1914 se tiroteo con una partida policial en la costa del Rio Santa Lucia. El detalle es que la partida nunca supo que se había tiroteado con Aquino y su hermano que era quien lo acompañaba. Creyeron que eran contrabandistas.  Pero el Jefe de policía de Florida, Comandante Juan Cardozo, decidió, al otro día, 6 de junio  de 1914, salir el personalmente a batir al prófugo. Al caer la nochecita les dicen a los policías que hay dos sospechosos en el área. Mandan a varios agentes a buscar rastros y mientras están solos, el propio jefe, el comisario Román   más un solo agente, ven venir hacia ellos a dos desconocidos. Al intentar detenerlos se genera un tiroteo donde los desconocidos escapan peor los tres policías están malheridos. Como consecuencia de este enfrentamiento, murió el Jefe de policía de Florida, Comandante Juan Cardozo y murió también a las horas el comisario Román. La zanja ahora era infinita. Ya no habría verdadera vida en paz para Martin Aquino.   

De testigo en plena comisaria.

Luego de separase de su hermano Aquino se dedica al contrabando, pasando a vivir a los departamentos de  Treinta y Tres  y Cerro Largo. A pesar de ser muy buscado   logra vivir sin llamar la atención hasta 1917 en  zonas  donde,  de incognito o muy protegido por la gente que lo sabían un buen hombre… alterna con vecinos. En los últimos años se hacía llamar Simón Rondan y ya  andaba con su gran amigo Ramón Franco que se hacía llamar Raúl Fernández.   La gente le dejaba siempre la puerta de la cocina abierta por si tenía necesidad al pasar. Fue protegido en parte por su padre pero especialmente por Nepomuceno Saravia, hijo de Aparicio. Vivieron sobre todo en zonas de Cerro Largo como Fraile Muerto, Tres Islas, Tupambaé y Rincón De La Urbana. Vivieron, contrabandearon, visitaron comercios, fueron a pencas y bailes. Vida normal. Incluso salió Martin,  de testigo en plena comisaria, por un litigio.

Llega la muerte aguaitando

 Un día la policía conformo que el desaparecido Aquino, era ese mocito simpático llamado Simón Rondan. Desde allí, el Jefe de Policía de Cerro Largo con el Comisario González, pusieron en marcha un cuidadoso plan. Primero introdujeron un policía como infiltrado. Nicomedes Olivera se hizo pasar por desertor y fue asimilado a la estancia del Rincón de la Urbana, séptima sección de Cerro Largo donde solía quedarse por varios días Aquino. Estancia de Juan Martínez que vivía con su esposa, con sus dos hijos niños y con su cuñado Florencio Melgarejo. Además vivía en el rancho Rudecinda Chavez, una peona de 17 años que noviaba con Martin. A ellos se les sumo un tiempo Nicomedes Olivera, el policía infiltrado.
La tarea de Olivera fue comprobar donde y cuando estaría el matrero. Finalmente el 5 de marzo de 1917, día de lluvia y de frío, Ponciano Martín Aquino y los demás fueron atacados a balazos por  la policía. En medio de la balacera Aquino aparecía por la puerta y gritaba ¡Aquí está MARTIN AQUINO!.
A su lado Rudecinda le cargaba el revólver. Tenía 10 balas en su cuerpo cuando lo revisó el forense, pero dijo Rudecinda que el mismo  se mató con un balazo en su cabeza. Franco se escapó. Nunca fue atrapado. Era un 5 de marzo de 1917, día de lluvia y de frío… hizo este mes de 2023… 106 años
 

La barbarie. 

Más de 70 km. llevaron al matrero muerto  y a otro de sus amigos, en un carro de pértiga, hasta que los exhibieron en Melo como trofeo. Durante años, en la capital arachana,  nadie se olvidó de este imponente ritual de barbarie,  pero nada curiosa en aquella  época muy dura en que le toco actuar.

El libro base.

 El año de 2008  se editó un gran  libro sobre el matrero, que nos has servido como guía total para este escrito. Su autor es un profesor de historia, de Fraile Muerto, egresado del IPA y además investigador, que se llama Marcos Hernández y que, como conclusión de un libro con toda la documentación hallada sobre el caso dice…
 “Aquino con su rebeldía y su desafío al orden preestablecido impuesto “a sangre y fuego” encarnó de alguna manera el reprimido sentir popular de descontento con su situación social de un amplio sector de la población”.

 

 

 

 

 





   
 


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