Julio César Castro, nació en Montevideo en 1926. Narrador, humorista y actor, se inició en 1959 en radio El Espectador. Colaboró con columnas de humor y esparcimiento con sus cuentos de Don Verídico, en revista como Ya, Misia Dura, Marcha, ¡La Pipeta!, Opinar, El Popular, El Dedo y Guambia de Montevideo, y en El Porteño y Crisis de Buenos Aires. Hizo las historias de Don Verídico también en Radio Rivadavia y Radio El Mundo de Buenos Aires, y CX 30 de Montevideo. En 1984 recibió el Premio Argentores por el mejor programa de humor radial de la República Argentina. También hizo televisión en Montevideo y Buenos Aires ( canal 4, 5 y 10 de Montevideo, y 7, 9, 11 y 13 de Buenos Aires. En los últimos años protagonizó como guionista y actor de espectáculos de café concert. A partir de 1972 sus recopilaciones de cuentos de Don Verídico empezaron a editarse en libros, con enorme éxito de crítica y público, y alcanzaron una decena de libros. Sobre algunos de estos textos Rúben Olivera y Jorge Lazaroff compusieron canciones y Walter Tournier hizo un film de animación. Juceca fue también autor de una pieza de teatro. La última velada , estrenada en 1987, y junto a Guillermo Casanova escribió el guión cinematográfico del film El viaje hacia el mar, sobre el cuento de J. J. Morosoli. Luego de su muerte ocurrida el 11 de setiembre de 2003 aparecieron dos libros suyos. Nadie entiende nada (2004), recopilación de textos literarios escritos a lo largo de varios años y Hay barullo en el resorte ( 2006), con cuentos inéditos de Don Verídico.
Mario Delgado Aparaín; nos cuenta en una nota realizada en el País Cultural del 22 de diciembre de 1995, lo siguiente : Cualquiera que se encuentre con Julio César Castro, en una noche montevideana, se llevará la extraña impresión de haber enfrentado a un Don Quijote invitado por error a un vernissage o pensará en una antigua estampa de Gustavo Doré donde algo no coincide, sencillamente porque el surrealismo aún no había aparecido para legitimar el absurdo y la locura endemoniada o para buscar en este caso las razones más ocultas de la risa dejando el cerebro del revés.
El creador del universo de Don Verídico piensa que el boliche " El Resorte" es un sitio triste, donde nunca pasa nada hasta que llega un forastero que lo cambia todo. Sin embargo, desde 1962 a la fecha, han ocurrido allí unos mil setecientos incidentes protagonizados por gente a la que todos recuerdan como Vayaviendo Garrocha, Menudito Pis,Enbuenahora Titila o Cauteloso Paredes y a cuyo padre le decían " El Techo" porque los hijos los mantenían.
Le cuenta al periodista, mi gente era de Canelones. Mi abuelo era medio cruzado con indio. Yo soy oriental, hijo, nieto, bisnieto y tataranieto de no sé cuantas generaciones de un tal Castro. Es decir, soy un Castro de lejos.
Mi abuelo había peleado en la guerra de 1904, estaba en el ejercito colorado. Pero tenía el retrato de Aparicio Saravia en la casa. No se por qué, cosa muy rara. Sería porque era gaucho. Mi padre se vino de Piedra de Afilar para Montevideo, cuando tenía dieciséis años. Analfabeto. Después aprendió a leer y escribir con los anarquistas. Entró a trabajar a la construcción y además, pintaba, leía, dibujaba. Cunando aprendió a leer, se leyó todo. Era un tipo superdotado. Recuerdo que una vez me llevó a conocer a Ángel Falco, que eran amigos. Otra vez fue Osiris Rodríguez a comer un asado a mi casa y se quedó asombrado de que mi viejo supiera tanto de literatura, de ética, de revoluciones. Y era oficial albañil frentista, de aquellos que eran finalistas.. |
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