LA HUERTA DE LA ABUELA NANCY

Debería volver a ser esa niña de tres años que era brillante.
Para volver, siempre elijo el contacto con la tierra. Con el paso
del tiempo me fui dando cuenta que siempre se vuelve a la
tierra y la tierra es como un volver. Volver a conectar, a
aterrizar a recomponer, a
transformar a volver a ser
brillante como cuando tenia
tres años.
Mi madre me contó que
cuando tenia esa edad, la
jardinera le comentó
impresionada que en la clase
ella pregunto: ¿que hacíamos
en casa? … yo contesté que
me gustaba jugar a las
estructuras, y explicaba que
para jugar a las estructuras
teníamos que poner los
bloques sobre los bloques
formando así paredes que
iban a ser parte de una
estructura.
A veces me pregunto cual es la receta para ser hábil y feliz,
como en ese entonces como cuando tenia tres años y jugaba a
hacer estructuras. Bueno la tierra ayuda mucho a practicar la
presencia. Tocar la tierra regenera la mente, da un nuevo inicio
para empezar de nuevo.
Los invito a adentrarse al mundo de la tierra conmigo,
descubriendo sus beneficios a conciencia y a disfrutar del
proceso. Yo soy Trilce, nos vemos en la próxima en la revista
Raíces. |
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