ESTANCIA DEL BUEN RETIRO
Departamento de PAYSANDÚ 
La historia de la Estancia Buen Retiro en Uruguay, ubicada en Paysandú, abarca desde sus orígenes jesuíticos hasta su transformación en una estancia modelo modernista y, en el siglo XXI, en un centro cultural. Su desarrollo fue marcado por figuras como Fructuoso Rivera y Aparicio Saravia, la construcción del castillo Morató a principios del siglo XX y su posterior consolidación como un establecimiento agropecuario vanguardista.
Orígenes y siglo XIX
Orígenes jesuíticos: Los orígenes de la tierra se remontan a una estancia jesuita misionera guaraní de Yapeyú, donde se realizaban tareas de amansamiento de ganado cimarrón.Siglo XIX: La estancia pasó por manos de varios propietarios, destacándose el primer presidente uruguayo, Fructuoso Rivera, quien la utilizó como su casa de campo. En este predio también se firmó el Pacto de Tres Árboles en 1835, que puso fin a las hostilidades con los invasores y selló la toma de la Banda Oriental.
Visita de William Henry Hudson: El escritor William Henry Hudson visitó la estancia en 1868 y se inspiró en el lugar, según se desprende de su diario de viaje.
Principios del siglo XX
Adquisición y modernización: En 1889, Francisco León Barreto compró la estancia y comenzó su transformación en un modelo de estancia autosuficiente y moderna.
Construcción del castillo: Entre 1902 y 1904, se construyó el castillo Morató, la residencia de Barreto, que incorporaba comodidades como agua corriente, luz eléctrica y telefonía. La construcción fue de estilo ecléctico y siguió principios arquitectónicos renacentistas tardíos.
Avances rurales: Se introdujeron animales premiados de Inglaterra y Francia para mejorar la calidad del ganado, que ya era puro para 1904.
Modernización de la infraestructura: La estancia contaba con una de las primeras máquinas a vapor del país en su galpón de esquila, y se instaló alambre de origen alemán ("marca invencible") que aún se conserva.
Historia reciente
Desarrollo como empresa agropecuaria: Tras la época de Barreto, la estancia continuó como un establecimiento agropecuario progresista, destacándose por su sistema de producción integrado y la calidad de su ganado.El siglo XXI: La familia Morató, sucesora de la estancia, se encarga actualmente de preservar el patrimonio y de promover un modelo de entretenimiento agroecológico que permite a los visitantes conocer la historia del lugar.
Patrimonio histórico: En 2022, el castillo Morató fue declarado Monumento Histórico Nacional para preservar su identidad y riqueza patrimonial. |
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